Pasados muchos años, empecé a sufrir de un espolón calcáreo.
Recurrí nuevamente a la terma y el espolón, que figuraba en la
radiografía, desapareció. Considero que esta agua son una bendición de
Dios"
Romualdo Carrizo - LC 3996283 - Tel.: 0388 4254496 - San Salvador de
Jujuy
"Nos hemos sentido como en casa desde el primer momento. Sigan
poniéndole tanta ilusión...ha sido una delicia pasar este "lapsito" de
tiempo con vosotros. Sois una familia tremendamente entrañables.
Gracias por vuestro calor"
Pilar Taibio Guijarro y Helena González Sánchez - Madrid - España
"Estaba afectado por un fuerte dolor en el brazo izquierdo sin que los
médicos lograran encontrar el mal. Conociendo las bondades de las aguas
termales, vine durante varios domingos consecutivos. El resultado puede
aparecer como milagroso, pero lo cierto es que la dolencia desapareció
por completo"
Jorge Tejerina - DNI 8184733 Orán - Salta
"Habiendo sido tratada por médicos específicos y al obtener cura en el
espolón calcáreo que tenía en el talón, vine a darme mi primer baño
casi sin poder caminar, ni pisar con mi pierna derecha. Me fui
asentando ambas piernas y casi sin dolor. Luego de algunos baños más
logré una cura total del dolor de pierna"
Elvia de Tejerina - Edad: 71 años - Orán - Salta
"Hemos tenido tres días fantásticos. No sabíamos que los baños
termales fueran tan buenos para las articulaciones, piel y cabello. La
amigable y cuidadosa atmósfera reconforta incluso el alma. La psoriasis
de Hans mejoró muchísismo en tres días... prácticamente piel normal." (
Traducido del inglés)
Hans Wicher & Annalena Jarna, Sweden (Suecia)
- hans-annalena@hotmail.com - 01/2003
"Fui jubilado por
invalidez. Siendo jujeño viajé a Córdoba en busca de soluciones. En el
hospital Privado de Córdoba me atendió el Dr. Fernando Boco, una
eminencia a nivel mundial, quien me recomendó intentar la
rehabilitación en los "Baños de Caimancito" de mi provincia, que en ese
entonces carecían de toda infraestructura, pero ya eran conocidas por
sus minerales y temperatura.
Al cabo de dos meses y medio, yo noté que me había curado. Esto ocurrió
en el año 1973.
Durante el tiempo que estuve, una joven pareja que venía de la Plata
tenía su carpita allí. El muchacho estaba postrado en silla de ruedas
por seis años, y lo habían llevado por todo el país sin cura. Entre
cuatro personas que estábamos en la terma lo introducíamos y sacábamos
del agua con silla de ruedas y todo. Un día escuchamos gritos y
llantos, acudimos presurosos, pensando que el muchacho habría
fallecido, pero para nuestro asombro, los llantos eran de alegría,
puesto que el muchacho se había curado.
Las experiencias que se relatarán a continuación son un resumen de algunas de las anotaciones que han hecho diversas personas en un cuaderno en el cual queda un recuerdo de gente que, de una manera u otra, pasaron a formar parte de este lugar. En algunos casos porque sintieron el efecto directo de la terma en su cuerpo. En otros porque vivieron la magia de la naturaleza en su espíritu. ¡ Su testimonio puede estar aquí !